miércoles, 31 de julio de 2013

Crítica: Suspiria

Creo necesario contextualizar esta película y poner mis cartas sobre la mesa, antes de proceder a la reseña de la misma, y de que algunos se rasguen las vestiduras y se indignen conmigo.

martes, 30 de julio de 2013

"Bad Milo!", abraza tu demonio interior

Jacob Vaughany dirige Bad Milo! comedia de terror concebida originariamente bajo el título de Milo, la cual presenta su primer trailer así como un nuevo cartel donde se ilustra el título definitivo de esta nueva bizarrada pensada para los estómagos más exóticos.
 
La historia, con claro regustillo a aquella clásica “Basket Case” (“¿Donde te Escondes Hermano?”, Frank Henenlotter, 1982) sigue las peripecias de Duncan, un hombre que tras sufrir intensos dolores gastrointestinales, descubre que lleva un demonio en las tripas. Cuando le da permiso para salir durante una sesión de terapia, decide darle un nombre: Milo. A partir de entonces intentará vivir una vida en la que él, y no su demonio, lleve el timón de la misma.
 
La cinta la protagonizan Patrick Warburton ("Ted"), Peter Stormare ("Hansel y Gretel: Cazadores de Brujas", "The Last Standing", "Insanitarium") y Gillian Jacobs ("The Box").
  

lunes, 29 de julio de 2013

Crítica: Scream Park

Creo que no me equivocaría si dijera que todo aficionado al terror, ha soñado con dirigir su propia película de género, y seguro que tendría claro el resultado que le gustaría obtener. Ver cientos de películas de este tipo te dan una perspectiva clara de lo que te gustaría potenciar y lo que sabes que no llega a funcionar. En mi caso siempre he sabido que no sabría ni por donde empezar, y nunca me he planteado tal cosa...a lo sumo me he atrevido a soñar con escribir un guión para este tipo de propuestas, pero nada más, pues conozco mis limitaciones.

domingo, 28 de julio de 2013

Crítica: Expediente Warren: The Conjuring

Tras el éxito cosechado con “Insidious”, parece que el amigo James Wan se ha pasado definitivamente al lado oscuro de lo sobrenatural y, no contento con presentarnos en breve la esperada secuela de aquella, nos trae a modo de aperitivo, “Expediente Warren: The Conjuring”, película que muchos, ya han corrido en catalogar como la película más terrorífica en años. Y, terminado su visionado, no me extraña para nada semejante sentencia, pues este nuevo episodio de posesiones es poco menos que una droga de diseño especialmente pensada para toda la familia, lo que vendría a ser una versión para el gran público de aquella terrorífica y genuina película de género concebida por y para fanáticos del género que fue “Insidious”. ¿Es “Expediente Warren: The Conjuring” la aterradora experiencia que nos han querido vender? Si y no. Sigan leyendo estimados lectores.
INFESTACIÓN
A grandes rasgos, la diferencia principal entre “Insidious” y “Expediente Warren: The Conjuring”, es el tipo de espectador al cual están destinadas, dejando de lado, por supuesto, otro tipo de consideraciones técnicas o artísticas, que las hay. En este sentido, hay que tener muy claro a quien va dirigida una cinta como la que nos ocupa y, de esa manera, se puede entender el porque de que Wan estrene prácticamente al unísono, no solo dos títulos, sino dos tan en apariencia, similares. Muy claro queda que “Insidious” fue un claro homenaje a todo aquel terror sobrenatural con el que muchos crecimos en los ochenta y no tengo duda alguna de que la secuela, va a recorrer esas mismas sendas. De la misma manera que tengo muy claro que Wan a parte de buen director, es un tipo listo y buen conocedor del actual mercado del terror “mainstream”. Si quieres llegar a las masas, no puedes hacerlo con algo como “Insidious”, necesitas otra cosa, necesitas “Expediente Warren: The Conjuring”.

En este sentido, y poniéndome en la óptica del espectador digamos, no “especializado” o habitual en el género, la nueva película de Wan es una apuesta segura, pues contiene absolutamente todos los ingredientes necesarios para alcanzar el éxito. Una historia clásica, una estructura clásica, unos personajes clásicos, unos clichés clásicos, unos sustos clásicos... vamos, lo que vendría siendo una experiencia clásica. No hay posible margen al error. El que tenga claro lo que va a ver, porque espera precisamente lo que va a ver, porque sabe disfrutar de la radio fórmula, que no tenga ninguna duda que con las aventuras de los Warren se lo va a pasar en grande. Ahora bien, el que espere una nueva “Insidious”, que tenga un poquito de paciencia y espere unos pocos días más hasta el estreno de su secuela, pues va a encontrar en “Expediente Warren: The Conjuring”, una experiencia totalmente anodina y descafeinada.

OPRESIÓN

Sin perder la óptica de ese tipo de espectador que os he susurrado al oído en la etapa de infestación, decir que “Expediente Warren: The Conjuring” (a la que me dirigiré desde ahora como “EWTC”, para abreviar), es un producto redondo. Y lo es, por que es justamente lo que la gente que se acerca a la sala de un centro comercial con un cubo de palomitas y un vaso de cola de medio litro, espera encontrar. Wan lo sabe, lo sirve y además, lo hace bien. Coge el escenario de siempre, coge a los personajes de siempre y comienza a mover los hilos... los del espectador. La función está servida, el éxito, garantizado. Propuesta y espectador van de la mano al tiempo que se nos cuenta una historia que ya se nos ha contado mil y una vez, y, cuando estás más pendiente de que no se te caigan las palomitas de la boca, de leer los mensajes que están llegando en el “wasabe” o de colocar las piernas sobre el asiento de enfrente por más incívico que esto pueda resultar, pues se agradece. Se agradece que puedas estar atento a toda esta serie de situaciones y que no tengas que gastar una sola neurona en poner atención a lo que estás viendo en la gran pantalla, pues la implicación no es necesaria.

A continuación, añadidos los mismos personajes de siempre, ya le ponen la mosca detrás de la oreja a los poquitos espectadores que lejos de estar atentos a su propia estupidez, están en la sala con la intención de disfrutar de una buena película de terror. Y, cuando comienzan a desojarse todos los clichés y tópicos que definen este tipo de productos, es cuando el disfrute de los primeros es inversamente proporcional al tedio de los segundos. Risas en la sala tras cada tópico (algunos verán en ellas una forma de liberar la tensión del momento, otros, la certeza de que incluso los más fieles, comienzan a perder la fe en su propio evangelio). En un estado primerizo, lo habitual: estruendos sonoros, puertas que chirrían, sótanos oscuros... todo ello estéril, aburrido, sin la capacidad de plantar en el espectador, la semilla del miedo o el desasosiego, aunque esto, pienso, es aquí una virtud y no una desdicha, pues tengo muy claro que el espectador medio, el espectador al que van dirigidos este tipo de películas, lo último que quiere, es pasar miedo.

POSESIÓN
Y cuando todo el personal de la sala está tranquilo, satisfecho, pues cada punto está colocado de forma precisa y obscenamente matemática sobre las respectivas íes, es cuando se da por terminada la fase de opresión y se dejan de lado las ambigüedades y demás juegos preliminares para sacar los fuegos artificiales del armario que, previamente ha elegido el propio espectador, para prender la mecha del efectismo visual. Tres o cuatro secuencias (muchas de ellas deudoras de otras tantas películas, algunas de forma más escandalosa que otras) y todo el personal contento y con la impresión de que los 9 euros de la entrada han sido bien invertidos... todos, menos aquellos pocos, que, recordemos, habían venido a ver esa ansiada película de terror. Estos, por supuesto, se tiran las manos a la cabeza al ver como Wan, incapaz de generar el menor ápice de tensión susurrándote al oído durante la primera hora de metraje, es igual de incapaz de generar nada que sea minimamente parecido al terror cuando se baja los pantalones y te de golpecitos con la polla en la mejilla.

Porque si en los preliminares fracasa, en el coito, llega a rozar el ridículo. Los tópicos se visten de carne a base de lentillas de colores (eso si, de muy buena calidad) y elaborados maquillajes para situar a los fantasmas en los mismos lugares recurrentes de siempre, esos en los que todos sabemos que van a estar, y están, claro que están, ¿por que no iban a estar cuando oferta y demanda están completamente de acuerdo en el hecho de que deben estar? El disgusto, la decepción, para aquellos que una y otra vez, esperamos sin perder la esperanza, de que no estén, de que en algún momento de la función, alguien decida poner en entredicho aquello del destino y darle un boto de confianza a aquello otro del libre albedrío, o, simplemente, saltarse el guión. Sorprender, innovar, arriesgar. Pero claro, este ni es el lugar, ni es el momento. Ya habrá tiempo para eso y además, estoy seguro de que vendrá firmado de mismo puño y letra.

No puedo catalogar a “EWTC” como una mala película de terror. Porque en mi opinión, sería faltar a la verdad. Incluso puedo entender que determinado perfil de espectador, pueda disfrutar con productos de este tipo y por ende, considerar a la película de Wan como una experiencia aterradora. Pero por supuesto, yo no puedo compartir dicha opinión. No puedo porque yo, el terror lo entiendo de otra forma. Para mi, algo tópico, algo que me espero, jamás puede resultar terrorífico. El terror, el verdadero terror, reside en aquello que no vemos, en aquello que se nos insinúa, en aquello que nosotros mismos construimos en los recovecos más oscuros de nuestra mente, en aquello que nos estimula para hacerlo. Ahí, es precisamente donde funcionaba tan bien “Insidious” y su primera estupenda mitad, ESE, es el camino que debe seguir el terror y ESE, es el camino que espero siga la secuela, porque servidor, está deseoso de volver a sentir ese cosquilleo en la espalda cuando se levanta de noche a buscar un vaso de agua en medio de la oscuridad de la noche.

Yo, viniendo de quien viene y visto lo visto, esperaba otra cosa de la cinta de Wan. Para mi, una aterradora (ahora si), decepción.

Lo mejor: A pesar de lo apretado del corsé, la cinta no termina de ahogar del todo en ningún momento y la secuencia final, uno de los escasos momentos de brillantez que ofrece el filme.

Lo peor: Una propuesta conservadora, extremadamente tópica y predecible.




jueves, 25 de julio de 2013

Crítica: Trampa Para Un Violador

La violencia extrema contra la mujer en el cine dio una variante de películas llamadas “violación y venganza”, un subgénero por sí mismo surgido sobre todo en el cine sexploitation de los años 70. Éstas consistían en su mayoría en la violación de la mujer y su posterior venganza de ésta hacia su violador o violadores. A veces la venganza no la ejecuta la víctima si no un ser querido como es el caso de “La última casa a la izquierda” o “Irreversible”.

El cine italiano tocó el tema aunque con una calidad bastante cuestionable con las películas “Violación en el último tren de la noche” (“L'ultimo treno della notte”, 1975, Aldo Lado), “La séptima mujer” (“La settima donna”, 1978, Franco Prosperi), “Noche azul” (“La domenica del diavolo”, 1979, Raimondo del Balzo) o “Trampa para un violador” (“La casa sperduta nel parco”, 1980, Ruggero Deodato). De ésta última os hablamos en NIDO DE CUERVOS.

Influenciada directamente por “La última casa a la izquierda” (1972, Wes Craven), la película de Ruggero Deodato (“Holocausto caníbal”) titulada en español “Trampa para un violador” ofrece buenas dosis de sexo erótico morboso y violento, depravación, vejación, perversión, angustia al mostrar la indefensión de las víctimas y una perniciosa escena inicial de violación y muerte en un coche. Las referencias al film de Craven están en el título original (“La casa sperduta nel parco”) y en el protagonista, el carismático David Hess quien interpretaba a Krueger y cuyo rol de violador también interpretó en “Autostop sangriento” (“Autostop rosso sangue”,1977, Pasquale Festa Campanile), film italiano que podemos encontrar también con el título de “El cínico y la casada” o “Hitch-Hike” en anglosajón.

Parece que el objetivo del film es escandalizar a la vez que ofrecer morbo en una Italia muy parecida a la España calenturienta de finales de los 70 y principio de los ochenta. Especialmente en España el erotismo en el cine estaba en auge tras salir de una dictadura (acabada en 1975) que censuraba todo lo relativo al sexo, entre otras ideas. Por eso, todo lo que venía de fuera donde poder ver chicas desnudas era bienvenido. Como de costumbre, la traducción de los títulos de las películas extranjeras no siempre era fidedigna y se inventaban títulos con más o menos acierto. En la película que nos atañe se le dio desafortunadamente un título -”Trampa para un violador”- que, por una parte, atraía a las morbosos espectadores a las salas de cine sin ningún tipo de sutileza y, por otra, se revelaba el final del film.

Lo más escandaloso a la vez que morboso de la película es que ciertas víctimas de violación parecen acabar disfrutando del destino que les toca. Esto es, mujeres sumisas. Uno de los personajes seduce el personaje de Hess en la ducha y luego se ofrece a mantener relaciones sexuales en el dormitorio sin apenas resistencia. Sin duda, un producto erótico para hombres.

Alex (David Hess), un joven mecánico con problemas psiquiátricos (sádico y enfermo sexual), viola a una mujer cerca del parque. Más tarde, una pareja, el niño pijo Tom (Christian Borromeo) y la hermosa Lisa (Annie Belle), va a verlo para una reparación en su coche. Invitan a Alex y a su compañero algo retrasado Ricky (interpretado por Giovanni Lombardo Radice), a una fiesta en su casa de barrio alto. Una vez allí, Alex y su amigo son tomados a guasa por los invitados hasta que el personaje de Hess se enfada y comienza a plantearse el torturar y violar a sus anfitriones navaja en mano. Lo que no sabe es que ellos tienen sus propios planes de diversión y él será la estrella invitada.

LO MEJOR: El morboso momento en el que Alex se enfada y se plantea desnudar y manosear a las chicas de la fiesta. Cierta calidad en la puesta de escena con un único escenario (la casa) creando un clima de tensión excepcional. La música melódica de Riz Ortolani que adquiere cierto protagonismo.
 
LO MENOS BUENO: Disparatado guión lleno de artificios con el objetivo de enseñar carnaza y mujeres sumisas, que le valió la clasificación “S” (lo que sería la “X” actual).
 
 

domingo, 21 de julio de 2013

Crítica: Sharknado

Lo he visto todo sobre tiburones – Dinoshark, Sharktopus, Mega Shark vs Giant Octopus pero para todos los amantes de las grandes mierdas de Syfy, Asylum lo ha vuelto a hacer, ha vuelto a darle una vuelta de tuerca a la fórmula inexplicablemente exitosa de ataque-del-monstruo-ciencia-ficción-terror-WTF. El jueves 11 fue la premier de Sharknado en televisión donde se reúnen tres desastres básicos: un desastre natural, una criatura oceánica capaz de hacer DESASTRES y un desastre en Hollywood (gracias Tara Reid).

"The Walking Dead", trailer de la cuarta temporada

Por fin se ha desvelado el esperado primer trailer de la cuarta temporada de la aclamada (y ya venerada por algunos, entre los cuales, me cuento) de “The Walking Dead”, uno de los impactos televisivos más grandes de los últimos años. El escenario ha sido San Diego, en la popular Comic-Con (Convención internacional de cómics) que se celebra cada año en aquella ciudad.

Las expectativas, después de la grandiosa tercera temporada, con mucha diferencia, la mejor hasta la fecha, son muy altas. ¿Estará a la altura esta cuarta temporada? Para descubrirlo, aún tendremos que esperar hasta el 13 de Octubre, fecha prevista para su estreno en los Estados Unidos vía AMC. En España, será nuevamente la cadena FOX, quien se encargue de acercarnos nuevamente al apocalipsis zombie, en principio, ese mismo mes de Octubre. La temporada, constará en esta ocasión, de 16 episodios.
 

"I Spit On Your Grave 2", trailer de la esperada secuela

 
Tras el éxito cosechado por el remake de "I spit on your grave" en el 2010, Steven R. Monroe vuelve a hacer su particular incursión en el mundo del rape & revenge, con una nueva entrega de lo que parece que va a ser una saga, "I spit on your grave 2".

La teoría es exactamente la misma, por lo que la originalidad únicamente reside en el escenario. Esta vez la violencia se traslada a la gran manzana, y será Nueva York la cuidad elegida para presenciar el espectáculo de sangre y brutalidad que se nos promete en esta segunda parte (tal como hiciera en la primera), porque si algo funciona, ¿para qué cambiar?

La protagonista en este caso es la, prácticamente, desconocida Jemma Dallender ( "Community"), pero tendremos que esperar hasta septiembre para poder verla en acción. La fecha prevista del estreno será el 20 de septiembre en Los Ángeles, siendo cuatro días más tarde (24 de septiembre) cuando se presente al mundo en DVD y Bluray.

Os dejo con el sugerente y revelador trailer de esta segunda parte:


"Sitges 2013", Mini-maratón de cortos al aire libre

Por segundo año consecutivo los organizadores del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges organizarán una mini-maratón de cortometrajes el próximo 25 de julio en el auditorio del Mar del Port d'Aiguadolç.

Los fans del Festival podrán disfrutar al aire libre y de forma totalmente gratuita de cinco cortos, algunos de los cuales se pudieron ver en Sitges 2012. Todos tienen en común la temática fantástica y de terror y su trayectoria por diferentes festivales nacionales e internacionales, donde muchos de ellos han obtenido destacados premios.

PROGRAMA

Elefante, de Pablo Larcuen. 9 min.

Premio Méliès de Plata en Sitges 2012, “Elefante” es el segundo cortometraje (y el trabajo final de estudios de la ESCACC) de su director, Pablo Larcuren. El anterior trabajo, “Mi amigo invisible”, ya se proyectó en festivales de prestigio como Sundance.

Hotel, de José Luis Alemán. 11 min.

La cinta ha sido escogida en un gran nombre de festivales nacionales e internacionales, entre los cuales el de Sitges 2012, consiguiendo galardones como el premio al Mejor Cortometraje al 33º Fantasporto y al XIX Festival de Cinema Fantàstic de Bilbao 2013.

Human Core, de Manfre y Iker Iturria. 11 min.

Ganadora del premio al Mejor Cortometraje Nacional al Nocturna, Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, Human Core nos si túa en un futuro lejano, en el cual ha desaparecido la emotividad. Un reallity show de divulgación científica que cuenta también con una versión largometraje y que ya pudimos ver en Sitges 2012.

Fist of Jesus, de David Muñoz y Adrià Cardona. 15 min.

Fist of Jesus, que se pudo ver en Sitges 2012, es una revisión libre de la historia de Jesús. Dirigida por David Muñoz y Adrià Cardona, el corto se ha convertido en un fenómeno viral en la red, con más de un millón de visionados. Además, ha recogido una docena de premios, como ahora el del Mejor cortometraje internacional al Fantafestival de Roma o el primer premio al Viralfest. Sus responsables preparan ya la versión largometraje.

Necrolovers, de Víctor Uribe. 13 min.
 
Fuerzas sobrenaturales y un protagonista maníaco en una pel&iacu te;cula que promete un apocalíptico final. La cinta llega a Sitges después de su paso por festivales de todo el mundo (Brasil, Santiago de Chile, Budapest, Panamá o Ámsterdam), así como por el Nocturna, Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid.
 
 

sábado, 20 de julio de 2013

Crítica: The Ghostmaker

Si hay un elemento utilizado en el género fantástico que siempre me ha fascinado, ese es la fusión entre tecnología y brujería. Entre lo científico y lo sobrenatural. Y, si hablamos de esto, de juguetitos populares expuestos en el escaparate del horror, de esos que hacen que todos los mocosos con camisetas de viejas películas de terror que pasean por la calle de la mano de sus mamis, pasen por delante y se queden pegados al cristal deleitándose con el objeto, buscando al tiempo, una mirada cómplice de sus madres, suplicándoles con una de esas miradas que solo los niños saben poner, que sea uno de esos juguetes, el que el bueno de santa clavos le deje dentro del calcetín esas mismas navidades... los que ya somos un poquito más mayorcitos, y que igualmente nos quedamos pegados a dicho escaparate, también soñamos con la idea, también nos morimos con rellenar esos calcetines (por nosotros mismos) al pensar en los chismes de marras. ¿El aparatejo estrella de la colección? Fácil.

viernes, 19 de julio de 2013

Crítica: Dragon Crusaders

Bienvenidos a otra nueva y excitante exploración en el universo Asylum con una cinta de aventuras a la altura de Conan, donde salen guerreros como Van Zan (ahí Matthew McConaughey me puso morcillón en el mejor papel de su carrera, una lástima que luego se tirara a las comedias románticas porque como tipo de acción prometía la ostia), chicas a lo Red Sonja, brujas como Morgana, piratas más temibles que Barbanegra y tipos con más destreza que Guillermo Tell… Bueno ahora me he pasado. Dragon Crusaders está bien, pero tampoco es que le llegue a la cintura a ninguno de arriba. A veces el entusiasmo puede más que la razón.

jueves, 18 de julio de 2013

Crítica: Fahrenheit 451

451 grados Fahrenheit es la temperatura a la que arde el papel, de ahí el nombre del cuerpo de bomberos de un futuro sin libros a fin de mantener alienadas a las personas con el pretexto de evitar guerras y revoluciones. Guy Montag (Oskar Werner), un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual.

François Truffaut dirige la adaptación al cine de la extraordinaria novela homónima de Ray Bradbury del mismo nombre. “Fahrenheit 451” (1966) es toda una denuncia al totalitarismo analfabetizador donde el libro representa el anhelo humano por ser libre. La película de Truffaut es una buena versión pero sus resultados se encuentran por debajo del original literario. Mientras el filme tiene una estética inconfundiblemente sesentera la novela sigue teniendo fuerza, pese a haber sido escrita a principios de los años cincuenta (concretamente en 1953), al igual que pasa con “Un mundo feliz” de Aldous Huxley o “1984” de George Orwell.
 
“Fahrenheit 451” representa una de las mejores películas de Truffaut -tan magnífica como “Los 400 golpes” y “La piel suave”-, su primera gran producción (1.500.000 dólares costó aproximadamente), la primera en color y con efectos especiales (las escenas del fuego o los bomberos voladores), su incursión al cine de ciencia ficción, su único film en inglés (lengua que apenas dominaba) y su más brillante aproximación al estilo de su venerado Alfred Hitchcock. Hay que recordar su libro “El cine según Hitchcock”. El carácter hitchcockiano de este filme se percibe en la manera en la que Truffaut construye las secuencias como, por ejemplo, en los primeros encuentros de Montag y Clarisse en donde se emplea un largo plano medio combinado con travelling que recoge su conversación mientras pasean camino de sus casas. También en la visita de Montag y Clarisse a la escuela donde ésta última da clases o en el momento en que Montag ve al capitán regañando a un subalterno a través del cristal translúcido de la oficina de su superior.

La adaptación al cine de una de las mejores novelas del siglo XX no fue nada fácil. Truffaut recibió la propuesta del productor Claude Levy en la primavera del año 1962. El realizador francés acababa de cosechar sus primeros éxitos gracias a “Los 400 golpes” (1959) y “Tirez sur le pianiste” (1960) y no se animaría a preparar el proyecto hasta después del éxito de “Jules y Jim” (1962). Truffaut le propuso entonces al propio Bradbury escribir el guión a medias, pero el novelista declinó la oferta, no sin antes recomendar a Bernard Herrmann (quien había trabajado para Hitchcock) para la elaboración de la banda sonora. En verano del 62 Truffaut había escrito un primer borrador del guión junto a Marcel Moussy pero el libreto final estaría firmado junto con Jean-Louis Richard, además de las colaboraciones no acreditadas de David Rudkin y de Helen Scott.

La asignación del papel del bombero del futuro Guy Montag fue una tarea ardua en la que se barajó diversos actores, incluida una grande estrella de Hollywood. La primera opción era el actor fetiche de su filmografía, Jean-Pierre Léaud, inclinándose después por Jean-Paul Belmondo, aunque en diciembre del 62 ya tuvo que descartarlo por ser demasiado caro. La siguiente opción fue el cantante y actor Charles Aznavour, quien acepto participar en la producción en enero del 63. En el verano de ese mismo año, Truffaut interesó al productor norteamericano Lewis M. Allen en el proyecto. Entonces se pensó en Paul Newman para el papel principal. El actor se interesó pero empezó a pedir cambios en el guión por lo que Truffaut declinó su colaboración por temor a perder poder de decisión. Otros nombres se pusieron sobre la mesa como Kirk Douglas, Peter O'Toole, Montgomery Clift, Sterling Hayden y Terence Stamp. Este último sería el elegido, pero Truffaut también piensa en Oskar Werner.

En verano de 1965 “Fahrenheit 451” se convierte en una producción de Anglo Enterprises Vineyard Film Ltd., filial inglesa de Universal Pictures con Stamp como Montag y Julie Christie asumiendo dos papeles: el de Linda (con el pelo largo) y el de Clarisse (con el pelo corto). Pero en septiembre de 1965, a punto de empezar a rodar, Stamp se desmarca del proyecto y Truffaut recurre finalmente al actor austriaco Oskar Werner.

El rodaje comienza en enero de 1966 hasta abril del mismo año en los famosos estudios de Pinewood y en diversas localizaciones de Inglaterra y Francia. El mismo no estuvo exento de problemas a causa del empeño de Werner de interpretar al personaje de Montag a su manera. Harto de las quejas de Werner, quien ya trabajó para el realizador interpretando a Jules en “Jules y Jim”, Truffaut recurrió al doble de luces del actor para rodar muchas de sus escenas, perdiéndose la amistad actor-realizador. El estreno de la película fue en septiembre de 1966 en París y en el marco del Festival de Venecia con una decepcionante floja acogida comercial.

Ya en los títulos de crédito se nos expone la idea que plantea el filme de que los gobiernos del mundo del futuro hayan decidido acabar con los libros. Una voz en off lee los créditos iniciales. De entre esos libros que deben ser quemados encontramos un ejemplar de la revista “Cahiers du Cinéma”, “Crónicas marcianas”, otra de las famosas obras de Bradbury, o “Don Quijote” de Miguel de Cervantes.
 
LO MEJOR: La dirección de Truffaut y la dirección fotográfica de Nicolas Roeg que dota a las escenas de un bonito contraste con tonos monocromáticos y rojos violentos.

LO MENOS BUENO: El paso del tiempo hace mella en su estética sesentera.

CURIOSIDADES: La edición en DVD contiene material extra como La novela: El autor Ray Bradbury, Making of, Comentarios de Julie Christie, La música, Secuencias originales y Galería fotográfica sin subtitulo en castellano y audio original todos ellos.
 
 

martes, 16 de julio de 2013

Crítica: Cinderella

Suele ocurrir en el mundo de la gastronomía, y con más frecuencia de lo esperado, que un neófito en dichos asuntos deleite al personal con platos dignos de cualquier chef con alguna que otra estrella Michelin, ya se trate de un arroz con bogavante o una tarta de queso. El motivo es aparentemente sencillo: la utilización de buenos ingredientes y poner todo el cariño y entusiasmo en la elaboración del producto suele dar unos resultados muy satisfactorios. Este rollo introductorio es para dejar claro que el mundo cinematográfico y el culinario presentan grandes diferencias, básicamente (es mi teoría) porque el cerebro es mucho más complejo y difícil de agradar que las papilas gustativas, el olfato y el estómago. De hecho, no hay fórmula mágica que garantice al 100% el éxito de una película (de ahí los batacazos en taquilla o recaudaciones inesperadas, tanto positiva como negativamente, de muchos títulos).

domingo, 14 de julio de 2013

Crítica: The Purge

Una idea, sólo una buena idea. Eso es todo ( ¿o no?). ¿Hay algo más que se le pueda pedir al cine de terror, hoy en día, que una maldita buena idea? Sí, señores, que sean capaces de desarrollar esta buena idea de una forma, ya no brillante, sino al menos, decente.

sábado, 13 de julio de 2013

Crítica: Star Trek: En La Oscuridad

Alguien capaz de escribir algo tan grande como fuera “Perdidos”, posiblemente, la mejor serie que se haya rodado jamás para televisión, lo único que merece es admiración. Y en ese contexto, J.J. Abrams, es una de esas personalidades destacadas en mi lista VIP de gente admirada por más que como director, tampoco es que me causara excesivo impacto con aquella entrañable, si, pero también sobre valorada “Super 8” y quien previamente, ya se hubiese puesto de mierda hasta las cejas con la mediocre “Misión Imposible 3”. Más tarde, el rey midas de la televisión haría aún el más difícil recuperando para la gran pantalla una de las franquicias más míticas de la historia del cine, de la ciencia ficción para ser concretos: Star Trek. Y su irrupción en el universo Trek no pudo ser más blasfema, pues lejos de continuar con las aventuras del que para mi, sea el capitán por antonomasia de la flota estelar, Jean Luc Picard, Abrams se destapó con una precuela, un viaje a las entrañas de la bestia, a la adolescencia de John T. Kirk y su inseparable compañero Vulcano.

Vaya por delante como ya se ha podido desprender de mi anterior comentario que dentro del universo Trek, “Star Trek: La Nueva Generación” es poco menos que mi libro de cabecera y eso, que yo no leo. Tras las tres gloriosas entregas que protagonizaran Patrick Stewart y los suyos, y el mal sabor de boca que nos dejara la en comparación, mediocre “Star Trek: Némesis”, llegó Abrams recuperando personajes pre históricos y dándole un look más actual a los personajes clásicos, para regalarnos una de las películas de ciencia ficción palomitera, más divertidas de su curso. Mucho humor, aventuras, acción y un gran despliegue de Fx para enseñarnos la cara más lúdica de la franquicia (que lejos quedan ya los tiempos de oscurantismo y maquiavélicas tramas políticas de “Star Trek: Espacio Profundo 9”). Bien. “Star Trek: En la Oscuridad” continúa recorriendo el mismo sendero de la anterior entrega, y haciendo gala a su coletilla, tendiendo más a hacerlo por la sombra.

Este nuevo capítulo, pese ha estar aun en las antípodas de la citada “Star Trek: Espacio Profundo 9”, si es cierto que se adentra en terrenos más cavernosos de lo que lo hiciera su predecesora, más pendiente en captar para la causa a las nuevas generaciones que en opositar para las huestes veteranas, incluso se permite el lujo de hacer un guiño a la siniestra sección 31 y con eso, amigos, ya me ganaron para siempre, ya me dejaron el culete tan apretado, que podría haber entrado en curvatura en cualquier momento. Por suerte, no lo hice, me mantuve estoico en mi cómoda butaca y pude asistir a otro de esos momentos para el recuerdo que valga la redundancia, le recuerdan a uno por que ama a esto del cine. Después de la decepcionante “El Hombre de Acero”, necesitaba una nueva inyección de moral cinematográfica. “Star Trek: En la Oscuridad”, me la ha dado. Vaya si me la ha dado.

Más allá de todo lo que se le presupone a una película como esta, que no es otra cosa que un espectáculo sensorial de primer orden, que lo tiene, “Star Trek: en la Oscuridad” se nos muestra como una entrega algo más madura que la cinta de 2009, no solo pendiente de dar credibilidad a los alter egos adolescentes de Kirk, Spock y compañía, sino poniendo también más énfasis en construir una historia más “compleja” (y esto lo dejaremos en cuarentena visto lo que se ha llegado a ver en la franquicia) donde las conspiraciones, las traiciones y la venganza, están a la orden del día. Estando pues ante una historia dinámica que más allá de sus muchos fuegos artificiales, consigue enganchar al espectador gracias a su evolutiva naturaleza. Tanto de trama, como de personajes.

En esta nueva entrega, Kirk y Spock deben compartir focos en el escenario con un tercero en discordia, otro personaje mítico de la franquicia al cual no veíamos desde cierta película de la década de los ochenta y que por supuesto, no voy a desvelar aquí. Solo diré que la entrada en escena de dicho personaje, es uno de los grandes aciertos de este nuevo episodio, funcionando como perfecto catalizador de las muchas emociones que la historia le depara a los personajes y por ende, a los espectadores. Trío principal acompañado, por supuesto, de todos los secundarios habituales que ya vimos en la película anterior (caméo entrañable incluido).

Pasando de puntillas sobre algo tan concurrido en el universo Trek como es la moralidad y los valores de la federación (aka Estados Unidos), “Star Trek: En la oscuridad” se centra más en la visceralidad de la venganza, leit motiv que mueve a los dos antagonistas del relato. Para dibujar dicha venganza, tenemos ese grandilocuente despliegue de efectos especiales imposibles que se nos había prometido intrínseco. La orgía visual es apoteósica y las abundantes secuencias de acción, apasionantes de la primera a la última, exorcizando de paso, todos los demonios aferrados a nuestra piel después de “sufrir” con “El Hombre de Acero”. Tanto técnica como artísticamente, la película de Abrams luce majestuosa y a veces, incluso, consigue salir airosa de situaciones tan delicadas como la de re-imaginar a todo un escuadrón de guerreros Klingons, en pleno corazón de Kronos.

Conclusión, “Star Trek: En La Oscuridad” es la mejor entrega de la saga en la gran pantalla desde “Star Trek: Primer Contacto”, uno de los grandes divertimentos del año, un regalo respetuoso para cualquier aficionado al universo Trek y de la misma forma, una tentadora invitación a todos aquellos profanos en la materia. Espectacular, bien narrada, plagada de situaciones épicas y que dentro de su naturaleza de show business, consigue mantener intacta toda la esencia de la franquicia. Grande Abrams y por supuesto, larga vida y prosperidad.

La secuencia: La increíble persecución final entre Spock y el villano. Ver para creer.

Lo mejor: El in crescendo de la narración, su grandeza visual y el perfecto equilibrio entre cuerpo y mente.

Lo peor: Que a estas alturas, ver una nueva entrega de La nueva generación en pantalla grande, es poco menos que una utopía.
 
 

viernes, 12 de julio de 2013

Crítica: The Bay

Creada a partir de un documental abandonado sobre el ruinoso estado ambiental de Chesapeake, The Bay de Barry Levinson cuenta los horribles sucesos que se desencadenaron durante la celebración del 4 de julio de 2009. La historia se centra en una joven reportera, Donna (Kether Donohue), que emerge con una compilación de videos que revelan un asesino impredecible: un misterioso parásito que es una evolución de un isópodo prehistórico. En diferentes puntos del pueblo rural, varias personas son devoradas desde el interior hacia fuera mientras el hospital local se va llenando de pacientes infectados. Se nos presenta también a una joven y devota madre, Stephanie (Kristen Connolly, The Cabin in the Woods), cuyo marido cae presa de la enfermedad.

miércoles, 10 de julio de 2013

Crítica: Wishmaster 4

Cerramos la saga del Señor de los deseos con algo especial. Y digo especial porque se han atrevido a hacer una cosa completamente diferente a las tres partes anteriores, que ya cansaban de contar siempre con el mismo desarrollo. Ya sabéis: chica despierta a Djinn, ésta va viendo visiones cada vez que alguien pide un deseo, al Djinn le cuesta toda la peli para que la chica diga los tres deseos para que al final termine casi con la misma fórmula. Es casi inverosímil y difícil de creer que un demonio con tanta experiencia siempre la termine cagando y escogiendo, o que haya sido escogido, por chicas más listas que él...

martes, 9 de julio de 2013

"Curse of Chucky", directa al mercado doméstico

Y nos llega al fin, tras una larga espera, el primer trailer de Curse of Chucky, 6ª entrega de la saga Muñeco Diabólico tras “Muñeco Diabólico” (Tom Holland, 1988), “Muñeco Diabólico 2” (John Lafia, 1990), “Muñeco Diabólico 3” (Jack Bender, 19991), “La Novia de Chucky” (Ronny Yu, 1998) y “La Semilla de Chucky” (Don Mancini, 2004) que dirige nuevamente, Don Mancini y que llegará directamente al mercado domestico norteamericano el próximo 8 de Octubre sin pasar por las salas cinematográficas.

Nica (Fiona Dourif) está destrozada tras el terrible suicidio de su madre. Su hermana mayor Barb (Danielle Bisutti) regresa a su casa para ayudarle en este duro trance, trayéndose con ella a su hija pequeña, quien posee un muñeco parlante llamado Chucky que llegó misteriosamente por correo.A medida que una serie de brutales asesinatos comienzan a aterrorizar a la familia, Nica sospecha que Chucky puede ser la clave del derramamiento de sangre, pero lo que sabe es que éste está decidido a terminar un trabajo que comenzó hace más de 20 años, y esta vez lo va a llevar acabo hasta el final...

El contenido del DVD/Bluray es el siguiente:

- «Living Doll»: Video featurette del trabajo de animatronics realizado por la premiada empresa Alterian, para devolver a la vida a Chucky.
 
- Voodoo Doll, El legado de Chucky: Video que cuenta todo el legado del Chucky a lo largo de las seis películas y su cuarto de siglo de vida.
 
- Storyboard
 
- Escenas eliminadas
 
- The Making of Curse of Chucky
 
- Comentario Especial del director Don Mancini, Tony Gardner y Fiona Dourif
 
 

domingo, 7 de julio de 2013

Crítica: Scary Or Die

Tras visionar las cinco historietas que componen esta nueva antología de terror que ha caído en mis manos cuan jugarreta del destino y que lleva por título “Scary Or Die”, hay una cosa que si me ha quedado muy clara y no es otra que el nexo o denominador común que hay entre todas y cada una de ellas. Los cinco relatos (y diré que me siento moralmente comprometido por tildarlos de tal cosa) del filme dirigido a tres bandas por Michael Emanuel, Bob Badway y Igor Meglic (los cuales deberían ser penados con 20, 15 y 10 años de cárcel respectivamente por semejante colonoscopia sin anestesia) versan sobre una misma cosa: la pérdida. En este caso, de tiempo, el nuestro. Y que queréis que os diga, yo con mis cosas, soy muy receloso, supongo que también vosotros. Así que esta vez, con el análisis que estoy a punto de gestar, no voy a buscar el objetivo habitual, es decir, daros mi sincera y desinteresada opinión a la espera de que os animéis a ver la película de marras para posterior debate cinéfilo. No, mi objetivo esta vez es bien distinto, lo único que deseo es advertiros, evitaros, prohibiros incluso el mal trago que sin ningún tipo de dudas van a significar los 94 minutos de sodomización sin vaselina que es el visionado de la cinta de aquí los tres desalmados anteriormente citados.

"Snowpiercer", un viaje al fin del mundo


Joon-ho Bong, director de la exitosa The Host, regresa con una nueva propuesta apocalíptica. “Snowpiercer” es una nueva y pesimista visión sobre el futuro de la raza humana que pone sobre la mesa el aterrador universo de las clases sociales. Lo hace enmarcado en un futuro post-apocalíptico en el cual, la humanidad ha sido azotada no solo por una gran guerra mundial, sino también por una terrible glaciación. Ahora, los pocos supervivientes, sobreviven en el interior de un tren, Le Transperceneige, moviéndose en círculos a través de un desierto de hielo y nieve. En su interior, las diferencias de clases, hacen que en determinadas partes del tren, los ciudadanos vivan en condiciones infrahumanas mientras que en otras, lo hagan a cuerpo de rey. Todo explotará cuando uno de los viajeros menos favorecidos, decida cambiar su status quo. El filme está protagonizado por Chris Evans (“Los vengadores”), Alison Pill (“Scott Pilgrim vs The World”), Jamie Bell, John Hurt y Ed Harris.


viernes, 5 de julio de 2013

Artículo: Bates Motel

 
Este motel es una ruina y madre, no hay más que una
 
Todos conocemos Psicosis como la película que arruinó las horas de ducha de mucha gente. De momento, Bates Motel, que es una serie ligeramente basada en una precuela a la increíble cinta de 1960, es como ver un mix de Buscando Nunca Jamás y Charlie y la fábrica de chocolate habiendo crecido. Es demasiado pronto para saber si conseguirán que en una próxima temporada pasemos a tener algo más maduro, pero una cosa está clara: nunca llegará al nivel de Psicosis.

Bates Motel sigue las andanzas del adolescente Norman Bates (Freddie Highmore) y su controlada y desquiciada madre Norma (Vera Farmiga) en su llegada a un nuevo pueblo. El piloto abría con un Normal algo perturbado en la cocina. El chico mira la foto de boda de sus padres en la pared e inmediatamente aparece en otra parte de la casa, donde encuentra a su padre muerto. Norman llora su pérdida, pero su madre no parece muy rota. Al fin y al cabo, esto les da la oportunidad de empezar de cero y abrir un motel en cualquier otro sitio.

Si habéis visto Psicosis, es fácil ver las primeras escenas y dejar volar tu imaginación sobre si Norman ha jugado algún papel en la muerte de su padre. A lo largo de la temporada vemos como Norman tiene desmayos y para los fans de Psicosis, ya sabéis que no sale nada bueno de estos bloqueos.

Ya desde el principio, Norma y Norman se muestran encantados con el pueblo pero hay más de un personaje que les muestra su descontento, un borracho que va a molestarles porque han comprado el motel y las tierras que pertenecieran a su familia y que el tipo había perdido al banco por no pagar. A las chicas del insti en seguida les gusta Norman porque es rarito y es nuevo y esto es una serie. En la vida real, lo hubieran mirado una vez y ajo y agua.
 
Ya en el primer episodio tenemos violencia, amor y una violación, vamos frescos; pero el ritmo salvaje del capítulo se irá apagando a lo largo del resto de episodios hasta llegar a cansar en algunos episodios. Tenemos a una chica enferma pegada a un tanque de oxígeno que tiene una obsesión mortal con Norman y que él ni fu ni fa, porque le mola la guapa del insti. Y se la tira y ésta pasa de él y drama.

La madre tiene un rollete con el policía que resulta que secuestra chicas y las tiene en su sótano para torturarlas y violarlas, y vaya; para ser un pueblo de mala muerte pasan miles de cosas. Porque aparece en el segundo episodio (creo) el hermano de Norman, que se lleva fatal con su madre y se mete en un grupo de traficantes y malajes que también rondan por el lugar. Un lugar fresquito in the middle of nowhere.

Bueno, durante esta temporada vamos viendo cómo se desarrollan las relaciones entre los personajes, Norman y su madre; que es ultra posesiva y cansina y en verdad ojala se muera pronto; Norman y su hermano, que tampoco se conocen tanto; y el hijo mayor y su madre que se llevan a patadas pero ay, si alguien toca a alguno de los dos, que el otro salta como el aceite.

El hecho de que esté ambientada en la actualidad le quita verosimilitud para con la historia de Psicosis, es muy difícil pensar en Norman como aquel hijo de puta que mataba chicas en su motel en los 60 cuando tienes a un Norman en la actualidad de 17 años que está loco por una guarra del instituto que escucha a Justin Bieber peeeeeeeeeero… bueno, se supone que esto es lo de menos.

Queremos que en una segunda temporada haya más sangre, más violencia y el cliffhanger del último capítulo así lo apunta; dejando ver un Norman más roto y más perturbado que nunca e iniciando, parece ser; su carrera criminal y esquizofrénica. Un loco del coño, vaya. Que es lo que queremos. No queremos que las próximas entregas caigan en los bodrios de los dramas actuales, drogas y mierdas varias. ¡Queremos muertes horribles!